SL 1-4 Central Córdoba (SDE). Fecha 9. Superliga

Termina el partido, se escucha una cortina de silbidos, se retira San Lorenzo derrotado y de repente… aplausos, muchos aplausos, mientras el humilde Central Córdoba deja el campo de juego. No hay recuerdo de otro momento en el que los cuervos despidan así a su rival. Un poco con ironía y enojo con los suyos, para que sientan más vergüenza de la que ya habían acumulado. Pero también fue un aplauso genuino, para un equipo que está debutando en Primera – si enfrente había otro club, claro está que nadie hubiera golpeado sus manos – y que acaba de hacerle cuatro goles al Ciclón, de los cuales dos son para enmarcar.

Si septiembre había sido un mes negativo para San Lorenzo con dos derrotas consecutivas ante Colón y Boca, y una victoria sufrida con Banfield, octubre empezó de la peor manera posible. El resultado sintetiza una serie de fallas, improvisaciones, niveles subterráneos, caprichos que salen caros, desacoples y, por último en la lista, errores arbitrales durante el 0 a 0. Empezamos por ahí, quizá lo único que puede lamentarse el cuervo: penal no cobrado a Ramón Arias y offside inexistente cuando Ángel Romero se iba mano a mano.

Pero la debacle empezó minutos después, cuando Gianluca Ferrari calculó mal y tironeó apenas de la camiseta a Herrera antes de ver la roja por último hombre. De ninguna manera jugar con uno menos durante más de una hora es normal, sin embargo que Juan Antonio Pizzi haya arrancado el análisis por ahí preocupa tanto como el marcador final. Sobre todo por la subestimación y el planteo inicial, sin un 5 de contención y con casi todos jugadores ofensivos en la mitad; luego por no corregir ese mediocampo desequilibrado; también por sacar a Óscar Romero y no a Fernando Belluschi para rearmar la defensa con Gonzalo Rodríguez. Si en 65 minutos no se logra acomodar el equipo…

Si 11 vs 11 el conjunto santiagueño ya había mostrado sus armas, con uno más pudo disparar con precisión. Filtración de Herrera por un hueco enorme en el fondo y definición de derecha para el 1 a 0, que a esta altura era lo más justo. El local se enroscaba en sus propias falencias. Belluschi no pesaba, Ángel Romero y Blandi desconectados, Juan Ramírez pendiente del retroceso y muchas pelotas desperdiciadas en ataque.

El complemento había empezado igual de difícil. Central Córdoba controlaba, jugaba a su ritmo y aprovechaba el nerviosismo en el que estaba envuelto un San Lorenzo desorientado que se encontraría con el empate tras un nueva escalada de Andrés Herrera por derecha y zurdazo con cara de externa del goleador Bruno Pittón. Con la inyección anímica parecía que los de Pizzi se llevaban puesta a la visita; Barrios llegó hasta el fondo, no tiró el centro a tiempo, y a la salida del córner el cuervo recibió otro cachetazo: contra furiosa, pase largo de Núñez y magistral gol de Alzugaray tras bajarla de pecho a la carrera y picarla por sobre Navarro.

Los polémicos cambios de Barrios por Menossi y Alexander Díaz por Ramírez dejaron al equipo sin mitad, básicamente. Belluschi fue el único volante que terminó el partido. Y así lo liquidó Central Córdoba: toqueteo por el medio y bombazo de Marcelo Meli al ángulo izquierdo para el 3-1 y nueva corrida de Alzugaray que, esta vez, metió cuarto con una definición por abajo del arquero azulgrana. Histórico 4 a 1, con sabor al 5 a 0 que el San Lorenzo de Biaggio recibió por parte de Godoy Cruz. Resultados que no adelantan plazos, pero que en la balanza pesan y mucho. La próxima, el clásico en Parque Patricios.

Paulo Caratozzolo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Publicar comentario