San Lorenzo perdió 90-83 con Quimsa y, con la serie 2-2, el campeón de la Liga Nacional quedará consagrado este sábado. Nuevamente en Obras, desde las 11, el Ciclón irá por el Penta.

Se alargó el suspenso. Aumenta la ansiedad. Y el sueño del Penta tendrá que esperar hasta el sábado, cuando San Lorenzo dispute el quinto y último juego ante Quimsa, en Obras. Este jueves, el Ciclón cayó 90-83 ante los santiagueños y, con la serie 2-2, recién este fin de semana se sabrá quién es el campeón de la Liga Nacional. Desde las 11, en el Templo del Rock, la ilusión azulgrana volverá a tomar forma.

El partido había empezado muy friccionado, con pocos puntos y buenas defensas por parte de ambos equipos. El Ciclón trataba de hacerse fuerte en la zona pintada rival (la mayoría de sus tantos se producían allí), pero a nivel general carecía de precisión de frente al aro (6-17 en tiros de campo). Todo se desarrollaba en una marcada paridad, tanto que el primer cuarto finalizó 18-16 a favor de Quimsa. ¿El mejor jugador en el arranque? Fjellerup, autor de 7 puntos.

En el segundo cuarto, San Lorenzo empezó muy frío en ataque y Quimsa seguía mostrando su capacidad defensiva. Llegó a sacarle nueve puntos al Ciclón (27-18), pero los dirigidos por Santander lograron acortar la distancia con mucho esfuerzo y peleando cada pelota. Faltaba fluidez, sin dudas, y mayor atención bajo el tablero propio (Quimsa acumulaba 12 rebotes ofensivos, ante sólo 4 de San Lorenzo). Y aunque se encendió Vildoza (15 puntos, 3-5 en triples), los santiagueños volvieron a despegarse, con un Robinson imparable (22 puntos, 4-5 en triples). Así, la primera etapa se cerró 51-41.

En el tercer cuarto, San Lorenzo sacó su chapa de campeón. Con el aporte tan necesario del Penka Aguirre (anotó sus primeros 5 puntos en ese tramo) y buen goleo de Hernández y Romano, llegó a ponerse a uno (53-52). Robinson, por su parte, seguía complicando. El tercer cuarto finalizó 73-68 a favor de Quimsa y, ahora sí, no quedaba margen: había que cambiar la tendencia. Pero Quimsa siguió fuerte en el último cuarto, Robinson terminó redondeando la friolera de 32 puntos (6-9 en triples), bien secundado por Romero (18 puntos y 10 rebotes) y el equipo santiagueño se hizo inalcanzable. Así, logró forzar un quinto partido, el que definirá si San Lorenzo alcanza el anhelado Pentacampeonato.